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Diabetes protocolo

Date post: 28-Nov-2023
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2

Índice

Resumen

Capítulo I

Introducción

1.1 Descripción y planteamiento del problema 4

1.2 Marco de referencia 5

1.3 Definición de términos 9

1.4 Objetivos 10

Capítulo II

Metodología

2.1 Tipo de estudio 11

2.2 Población 11

2.3 Muestreo y muestra 11

2.4 Criterios de inclusión 11

2.5 Material 11

2.6 Procedimientos 12

2.7 Consideraciones éticas 12

2.8 Estrategias de análisis 12

Capitulo III

Resultados

3.1 Análisis de resultados 13

Conclusiones 24

Discusión 25

Recomendaciones 26

Referencias 27

Apéndices 31

A. Instrumento de apoyo social de Mos

B. Consentimiento informado

3

Resumen

Objetivo: Conocer el nivel de apoyo social en pacientes con diabetes

mellitus tipo 2. Metodología: El estudio fue descriptivo y transversal en 46

pacientes, el muestreo no probabilístico. Resultados: Se encontró que el

78.3% de los clientes refieren que el apoyo social está en un nivel regular, el

13% lo percibe como bueno. El apoyo social que más se proporciona es el de

relaciones de ocio y distracción con un 67.4% de nivel bueno, seguido del

emocional y afectivo con 63% en ambos.

Discusión: Se encontró que es el cónyuge quien aporta mayor apoyo

familiar, al coincidir con Bustamante (2006), quien refiere que es la pareja. Y

son la pareja y la hija mayor las fuentes de apoyo con semejanza a lo que

menciona Cuervo (2001), al señalar a la pareja e hija como fuentes de apoyo.

Conclusiones: En relación al apoyo social se encontró que tres cuartas

partes lo califica en un nivel regular. Entre las personas que proporcionan apoyo

social, destaca la pareja, la hija mayor y los hijos menores. Respecto al apoyo

emocional y material, son la pareja y la hija mayor quienes más brindan este

tipo de apoyo; en las relaciones de ocio y distracción, y apoyo afectivo

sobresalen la pareja y los hijos menores, con mucha similitud en el puntaje.

Director de tesis

MCE. Esther Alice Jiménez Zúñiga

4

Capítulo I

Introducción

1.1 Descripción y planteamiento del problema.

La Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) constituye un problema de salud pública de primera

magnitud, que ha pasado de ser una enfermedad característica de los países desarrollados a una

epidemia en países en desarrollo (Castro, 2006).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que para el 2000 existirían en México

2.18 millones de personas con diabetes mellitus; sin embargo, la recientemente publicada

Encuesta Nacional de Salud Pública (ENSA) 2000, efectuada por el Instituto Nacional de Salud

Pública detectó 3.65 millones y que alrededor de 582 826 mexicanos murieron de diabetes en el

período 1980-2000 (Barquera, 2003).

Existen numerosos estudios que demuestran el impacto que ejerce el apoyo social (AS)

sobre los procesos relacionados con la salud y la enfermedad. Así como su efecto beneficioso

sobre la evolución de patologías tan frecuentes como la depresión, artrosis y diabetes (De la

Revilla, Luna, Bailón y Medina, 2005). Otro estudio indica que el apoyo familiar que recibe el

paciente diabético, el conocimiento que tiene sobre su enfermedad y la adherencia a la dieta

influyen en el control de la glicemia (Álvarez, 2005).

El interés del AS radica en lograr una reducción en los niveles de morbilidad y mortalidad

asociados con DM2. Tanto organismos internacionales (OMS) como nacionales (Secretaría de

Salud), han insistido en la importancia de promover estilos de vida más saludables tales como

actividad física, dieta equilibrada y mejorar la calidad de vida de los pacientes, en particular

aquellos que han sufrido complicaciones (Castro, 2006).

Toro y Varas (2003) han encontrado que el AS ayuda a las personas con enfermedades

crónicas a reducir el estrés en la vida, provee un espacio para relajarse y desarrollar un compartir

positivo, esto a su vez, reduce los efectos negativos de las condiciones de salud.

La familia y la pareja suelen ser los dos mayores predictores de la buena salud en la

adherencia a la medicación o seguimiento de la dieta. Las redes sociales (el número de personas

que rodean al paciente) aparecen como otro factor percibido por los propios pacientes. Aunque

se creía que estas no estaban tan ligadas como el AS a la salud del paciente crónico, se encontró

5

que una amplia red social mejora el estado de los enfermos por encima de aquellos que poseen

una red social más limitada (Martos, Pozo y Alonso, 2008).

Los resultados de un estudio muestran una asociación de las variables del AS con la

mortalidad. En los hombres, la necesidad de ayuda para las actividades cotidianas y el cuidado

personal se asociaron significativamente con la mortalidad (Nebot et al, 2002). Incluso Calvo y

Díaz (2004) afirman que el deficiente AS se relaciona significativamente al proceso salud-

enfermedad, y que a mayor AS, menor es la intensidad de estrés y ansiedad.

El aspecto emocional y convivencia adecuada o inadecuada con la familia influye en la

conducta, desinterés o motivación para que un paciente con DM2 sienta la necesidad y deseos

de vivir, y esto lo lleve a un mejor control de su enfermedad (Méndez, 2003).

Por lo anteriormente señalado se plantea lo siguiente: ¿Cuál es el apoyo social que reciben

los pacientes con diabetes mellitus tipo 2?

1.2 Marco de referencia.

La diabetes es una enfermedad crónica que radica en la elevación de la cantidad de glucosa

en la sangre, lo cual ocurre porque en el organismo de la persona disminuye la secreción de la

insulina, que es la sustancia que se encarga de introducir el azúcar a las células del cuerpo

(Merck Sharp & Dohme, 2006). Se manifiesta generalmente en adultos mayores, no

necesariamente con antecedentes heredo-familiares (Garay, Arellano y Espinosa, 2006).

Se calcula que el número de personas con diabetes se aproxima a los 200 millones y al

menos una de cada diez muertes entre adultos de edades comprendidas entre los 35 y 64 años

es atribuible a ésta, llegando a ser una cuarta parte de todas las muertes en algunas partes del

mundo (Roglic & Unwin, 2005).

En México, la prevalencia de DM2 en adultos mayores de 20 años de edad aumentó de 6.7%

en 1993 a 7.5% en el 2000 y se estima que podría llegar a 12.3% en el 2025. Aproximadamente

el 80% de los mexicanos con diabetes se saben con la enfermedad, pero el 20% no sabe que la

padecen (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado [ISSSTE],

2003).

Según la Encuesta Nacional de Salud Publica, la DM2 fue más frecuente en algunos estados

de la zona norte como Coahuila (10.1%), Nuevo León (9.7%), Tamaulipas (9.5%), Durango.

(9.2%) y Baja California Sur (8.7%). Las prevalencias más bajas se encontraron en San Luis

6

Potosí (5.4%), Chiapas (5.2%) y Oaxaca (4.8%). En lo que respecta al estado de Veracruz fue de

7.6%. Para los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social se tuvo una

prevalencia de 8.9 %, los del ISSSTE presentaron 11.1%, la población sin derechohabiencia fue

de 6.2% y los derechohabientes de instituciones privadas mostraron la prevalencia de diabetes

más baja (4.7%) (Sepúlveda, 2003).

Por otro lado, la ENSA refiere que la relación que guardan la presencia de diabetes mellitus y

el nivel de escolaridad es inversamente proporcional, es decir, se presenta con mayor frecuencia

en los grupos con menor escolaridad (Sepúlveda, 2003). Por otra parte, Lara, Navarro y

Navarrete (2004) mencionan en su estudio que las mujeres con menor escolaridad tienen menos

AS y experimentan más sucesos adversos, lo que limitan su mejoría a largo plazo.

La DM2 como enfermedad crónica reviste especial importancia no solo por constituir las

primeras causas de morbimortalidad, sino por las dificultades que enfrenta el diabético para llevar

a cabo su tratamiento, lograr el control metabólico y prevenir sus múltiples complicaciones.

Primordialmente, el ajuste de la alimentación, el control de peso, una actividad física adecuada,

vigilancia y el aseo de los pies. Esta situación exige un apoyo importante de las redes sociales

(Álvarez, 2005).

Toro y Varas (2003) han definido al AS como la percepción de pertenecer a una red social a

través de la comunicación y obligaciones mutuas, y Castro (2006) menciona que éste ha sido

reconocido en numerosos estudios debido a que produce un efecto protector en la salud; la

presencia e interacción con otras personas es capaz de reducir los efectos negativos del estrés.

Entre los diferentes tipos de apoyo, se ha investigado el papel que juega contar con alguien

en quien confiar. La falta de AS también parece tener un efecto negativo sobre los tratamientos,

aunque no todos los estudios han podido demostrar esta relación. La carencia de este también se

ha visto que afecta el grado de severidad de los síntomas de depresión, el no contar con un

confidente, una persona que ayude en caso de problemas económicos o que pueda proveer de

información y la falta de cercanía de la pareja se asocian con mayor número de síntomas de

depresión (Lara, Navarro y Navarrete, 2004).

Se ha notificado relación entre la falta de AS y el malestar emocional, los casos que menos

se benefician de las terapias son aquellos que están menos satisfechos con el AS con el que

cuentan, sobre todo el que se refiere a un confidente, a la pareja y a la familia (Lara et al., 2004).

7

Desde una perspectiva global el AS se ha clasificado en cuatro tipos: el emocional, afectivo,

de relaciones de ocio y distracción, y el instrumental o material. El emocional consiste en brindar

acciones encaminadas a reforzar las sensaciones de seguridad, bienestar y autoestima en el

individuo, alude a la disponibilidad de contar con alguien para hablar e incluye aquellas conductas

que fomentan los sentimientos de prosperidad afectiva (Rizo, Orozco y Villaseñor, 2002).

El apoyo instrumental o material, facilita el acceso a objetos o servicios que ayudan a

resolver problemas prácticos, éste es una ayuda que el receptor considera como visible o

palpable; sus actividades corresponden a la proporción de alimento, vestido, dinero, compra de

medicamentos, etc. Muchas actividades de apoyo suelen pertenecer a más de dos categorías al

mismo tiempo. De tal forma, el apoyo instrumental también se considera como emocional siempre

y cuando no se otorgue por obligación (Rizo et al., 2002).

El afectivo se refiere a las reacciones y sentimientos de la persona, animándole a que

manifieste sus preocupaciones, miedos y dificultades en su vida familiar y relaciones sociales. En

cuanto al de relaciones sociales de ocio y distracción implica el tiempo utilizado con otros en

actividades de tiempos libres y recreativos (García, 2003).

Se conoce la existencia de varias fuentes potenciales de apoyo en la atención a la

enfermedad. Algunos estudios destacan el papel preponderante de la familia, e incluso afirman

que la mayoría de los enfermos crónicos recibe y prefiere los cuidados y el apoyo de esta fuente

más que de cualquier otra. También es evidente que la educación para la salud desempeña un

papel fundamental en las enfermedades ya que posibilita un mejor control de las mismas, con la

participación decidida de los pacientes (Méndez, 2004).

El apoyo importante del familiar en la vigilancia de la enfermedad, es clave en el control

metabólico y en el cumplimiento de su tratamiento. Dicho apego tiene sus bases en redes

sociales, y se deriva de las relaciones interpersonales familiares. Se halla integrado por empatía,

estímulo, información, ayuda material y expresiones de participación (Álvarez, 2005).

Las necesidades de AS pueden variar desde lo económico, las confrontaciones con los

profesionales de la salud hasta la lucha contra la estigmatización que produce aislamiento físico y

moral (Toro y Varas, 2003).

La atención de la salud es un proceso complejo en el que participan muchos actores. Con el

tiempo han ido variando los papeles relativos del médico, el paciente, su familia, las instituciones,

la autoridad sanitaria, las organizaciones académicas, los grupos organizados de la sociedad

8

civil, los empresarios de la salud y el público (Lifshitz, 2006). La contribución del equipo de salud

para mejorar el control de la DM2, consiste en el ejercicio pleno del papel educativo y asistencial

sobre el núcleo familiar del paciente con diabetes (Méndez, 2004).

Herrera, Quintero y Hernández (2008) afirman que el sexo mayormente afectado fue el

femenino en edades de 55 a 65 años; más de la mitad de los pacientes están casados, ello ha

demostrado que los pacientes portadores de enfermedades crónicas puedan sobre llevar su

padecimiento cuando tienen a su pareja como factor protector de riesgo en la DM2 y el resto del

grupo familiar ayudan a solventar las limitaciones, que puedan derivarse de la enfermedad

(aparición, fallas en la dieta, desajuste emocional), sin apoyo este paciente no esta en la mejor

disposición, para coexistir con su patología.

Cuando un paciente con enfermedad crónica tiene AS (influencia de la familia y relaciones

personales), los mismos se adhieren al tratamiento y cumplimiento de la terapia integral en

general (Herrera, Quintero y Hernández, 2008). En otra investigación el AS que recibe el paciente

diabético es normal en 64.3% y en 35.7% es percibido como bajo AS. Los que tenían una pareja

sentimental recibieron AS normal casi tres veces más que aquellos que no tenían, mientras que

el 33.5% de los pacientes no controlados perciben un AS bajo (Montes de Oca, Márquez,

Cardoso, Moreno y Bazán, 2006).

En un estudio reciente (De la Revilla et al., 2005) sobre la validación del cuestionario de Mos

de AS en pacientes con enfermedad obstructiva crónica, diabetes mellitus e hipertensión arterial,

se encontró que cuando más edad tenían las personas encuestadas existía una menor

percepción de apoyo. Es decir que conforme aumenta ésta, los individuos presentan una mayor

sensación de soledad. En relación con el género, las mujeres encuestadas mostraban un menor

tamaño de su red social y una menor percepción de apoyo, sobre todo en las preguntas

relacionadas con lo afectivo.

Almeida y Rivas (2008) comentan que las estrategias de afrontamiento utilizadas en sus

participantes, el 48% presentaron afrontamiento adecuado (resolución de problemas,

reestructuración cognitiva, AS y expresión emocional), mientras que el 52% utilizan estrategias

inadecuadas (autocrítica, pensamiento desiderativo, evitación de problemas y retirada social),

estas impiden que los adultos con DM2 afronten su enfermedad y efectúen acciones de control.

De los Ríos, Barrios y Ávila (2004) en su estudio con pacientes diabéticos nefrópatas

mencionan que en el área de disfunción social, el deterioro del paciente se ve traducido al

9

depender de los miembros de la familia (esposa, hijos mayores) y de los miembros del equipo de

salud. Además hace énfasis que tanto médicos como enfermeras profesionales pueden incidir en

el manejo emocional y educativo de estos pacientes, brindando una atención de calidad para

mejorar la adaptación de un contexto mas humanizado.

Un estudio realizado por Bustamante (2006) muestra que la persona que más proporciona

apoyo familiar a la mujer con DM2 fue el esposo, seguido del hijo mayor. Resalta que, aún

cuando el género de los individuos de la muestra es femenino, hubo mayor frecuencia de ayuda

por parte del hijo y no de la hija, tomando en cuenta que el patrocinio que aportan los hijos es de

tipo económico.

La dimensión de apoyo emocional e Interacción Social destacaron con los puntajes más altos

en pacientes hipertensos. Indicando que para los pacientes fue importante recibir ayuda en el

cuidado de su salud, como encontrar a alguien que les ayudara cuando tenían que estar en la

cama, le llevara al médico cuando lo necesitaron y les preparara la comida si no podían hacerlo

(Vinaccia, Quiceno, Fernández, Gaviria, Chavarría y Orozco, 2006).

Igualmente, se valoró la presencia física del afecto, (abrazos, palabras positivas, etc.) tanto

para brindarlo como para recibirlo de quienes les demostraron amor, cariño y respeto. Se

consideraron las interacciones positivas donde relajarse y pasar un buen rato con los demás. Y

por último, la presencia emocional de alguien en quien confiar y hablar de sí mismos y sus

preocupaciones, con quien compartir sus temores, les escuchara, los comprendiera y les diera

consejos en momentos de dificultad (Vinaccia et al, 2006).

1.3 Definición de términos.

Apoyo social: disponibilidad de ayuda proveniente de otras personas; el grado en que las

necesidades sociales básicas se satisfacen a través de la interacción con otros.

Apoyo afectivo: trata de animar al paciente a que manifieste sus preocupaciones, miedos y

dificultades en su vida familiar; animándole a que manifieste sus preocupaciones, miedos y

dificultades en su vida familiar y relaciones sociales.

Apoyo instrumental: es la determinación y manera de como prestar ayuda directa o servicios

a personas.

Apoyo emocional: definido como sentimiento de ser amado y de pertenencia, intimidad, el

poder confiar en alguien, y la disponibilidad de alguien con quien hablar.

10

Relaciones sociales de ocio y distracción: éste termino implica el tiempo utilizado con otros

en actividades de tiempos libres y recreativos.

1.4 Objetivos.

General:

Determinar el nivel de apoyo social que reciben los pacientes con diabetes tipo 2

Específicos:

Conocer el tipo de apoyo que más recibe el paciente.

Identificar que personas proporcionan más apoyo social al paciente con diabetes tipo 2.

Resaltar que género recibe más apoyo social

11

Capítulo II

Metodología

2.1 Tipo de estudio.

Se trató de un estudio descriptivo porque pretendió conocer el AS que reciben los pacientes

con diabetes mellitus tipo 2, a su vez fue transversal porque la variable se medió en una sola

ocasión y en un tiempo determinado (Hernández, Fernández y Baptista, 2003).

2.2 Población.

Todos los pacientes con diabetes tipo 2 que asistieron a un club de diabéticos de un centro

de salud.

2.3 Muestreo y muestra.

Se efectúo un muestreo no probabilístico por conveniencia. La muestra estuvo conformada

por 46 usuarios.

2.4 Criterios de inclusión.

Pacientes diabéticos que asistieron a control médico, aceptaron participar y que estuvieron

en la aplicación del cuestionario, sin importar el nivel de estudio ni condición social.

2.5 Material.

Se utilizó el instrumento (cuestionario de Mos, 1991) para el AS modificado para este

estudio. Está dividido en dos secciones, la primera consta de datos demográficos tales como:

edad, sexo, ocupación, estado civil y años de estudios cursados; además del tiempo de padecer

la enfermedad.

La siguiente sección corresponde al cuestionario, con 20 reactivos y 5 opciones de

respuesta tipo likert, 1 - nunca, 2 - pocas veces, 3 - algunas veces, 4 - la mayoría de veces y 5 -

siempre. El primer ítem informa sobre el tamaño de la red social. El resto está conformado por los

cuatro tipos de apoyo: emocional: ítems 3, 4, 8, 9, 13, 16,17 y 19, la cual se le dio la siguiente

puntuación, de 8 – 18 fue malo, de 19 – 29 regular y de 30 – 40 bueno; ayuda material o

instrumental: ítems 2, 3,12 y 15, y valores asignados fueron de 4 – 9 malo, de 10 – 15 regular y

de 16 – 20 como bueno.

Relaciones sociales de ocio y distracción: ítems 7, 11, 14 y 18 con puntaje de 4 – 9 malo, de

10 – 15 regular y de 16 – 20 bueno; y apoyo afectivo referido a expresiones de amor y cariño:

ítems 6,10 y 20 con un puntaje de 3 – 7 fue malo, de 8 –12 regular y de 13 – 15 bueno. El índice

12

global máximo de AS es de 95, con un valor medio de 57 y un mínimo de 19, se clasificó de la

siguiente manera: de 19 - 44 fue malo, 45 - 70 regular y de 71 - 95 como bueno. El instrumento

obtuvo un alpha de cronbach de 0.80 en relación a los 20 ítems.

2.6 Procedimientos.

Se solicitó la autorización del estudio por el Comité de Ética e Investigación de la Facultad

de Enfermería, se giró un escrito a una institución de salud para la realización de la prueba piloto

y un oficio para la aplicación del cuestionario a la muestra final. Se explicó el objetivo de la

investigación a los pacientes; y se obtuvo el consentimiento informado de los participantes por

escrito, el llenado del cuestionario duro aproximadamente 10 minutos por persona, a quienes se

agradeció su participación. Recopilada la información se procedió a su captura y análisis.

2.7 Consideraciones éticas.

El estudio se apegó a lo que dispone la reglamentación de la Ley General de Salud en

Materia de Investigación; Título Segundo De los Aspectos Éticos de la Investigación en Seres

Humanos, Capítulo I; se consideraron los siguientes apartados: el artículo 13, el cual declara que

en toda investigación en la que el ser humano participe como sujeto de estudio, deberá

prevalecer el respeto a su dignidad, derechos y bienestar. Se aplicaron los artículos 14 y 20 dado

que se obtuvo el consentimiento informado por escrito de los participantes, con la capacidad de

libre elección y sin coacción alguna; teniendo la seguridad de que no se mencionaría su nombre y

mantendría la confidencialidad de la información (artículo 21).

2.8 Estrategia de análisis.

En el procesamiento de datos se llevó a cabo con el Paquete Estadístico para las Ciencias

Sociales (SPSS) versión 10, mediante el cual se aplicaron estadísticas descriptivas: frecuencias,

porcentajes y medidas de tendencia central como la media para el análisis de los datos.

13

Capítulo III

Resultados

3.1Análisis de resultados.

Los resultados que a continuación se presentan de 46 pacientes con DM2, del cual el 84.8%

son mujeres y el 15.2 varones, el 71.7 % se dedica a las labores del hogar.

Tabla 1

Edad

Edad

30-39

fr

4

%

8.7

40-49 5 10.9

50-59 18 39.1

60-69 13 28.2

+ 70 6 13.1

n = 46

Respecto a la edad, el rango que más predomino fue el de 50–59 años con un 39.1%,

seguido de 60–69 con un 28.2%; con una media de edad de 57.5 años.

Tabla 2

Estado Marital

n = 46

Se encontró que más de la mitad de la población cuentan con una pareja (65.2 %).

Estado Marital

fr %

Con pareja 30 65.2

Sin pareja 16 34.8

14

Tabla 3

Nivel de escolaridad

n = 46

Con respecto a la escolaridad, se muestra que el 91.3% de los encuestados presentan un

nivel bajo, ya que el 60.9% son analfabetas y el 30.4% no llego a terminar la primaria.

Tabla 4

Nivel de apoyo social

n = 46

En cuanto al nivel de AS que reciben las personas, se encontró que el 78.3% refieren que es

regular, y solo el 13.0% lo percibe como bueno.

Nivel de escolaridad

fr %

Analfabeta 28 60.9

Primaria incompleta 14 30.4

Primaria completa 3 6.5

Carrera técnica 1 2.2

Nivel de apoyo social

fr %

Bueno 6 13.0

Regular 36 78.3

Malo 4 8.7

15

Tabla 5

Nivel de AS por género

n = 46

Referente al nivel de AS en los hombres el 42.9% lo percibe como bueno, mientras que en las

mujeres solo el 7.7%. Pero el 57.1% en los varones lo califica como regular; sin embargo las

mujeres destacaron con un 82.1 %, aunque el 10.3% de ellas lo calificó como malo.

Tabla 6

Apoyo emocional y material por género

n= 46

En relación al tipo de AS por género, el emocional en los hombres tuvo un nivel bueno

(71.5%); a comparación con las mujeres (64.1%). En el apoyo material, los varones destacaron

con un 57.1% en el nivel bueno, con una pequeña diferencia por parte de las mujeres 51.2%.

Masculino Femenino

fr % fr %

Bueno 3 42.9 3 7.7

Regular 4 57.1 32 82.1

Malo 0 0.0 4 10.3

Masculino Femenino

Emocional Material Emocional Material

fr % fr % fr % fr %

Bueno 5 71.5 4 57.1 25 64.1 20 51.2

Regular 4 28.5 3 42.9 13 33.2 19 48.8

Malo 0 0.0 0 0.0 1 2.7 0 0.0

16

Tabla 7

Apoyo afectivo y de relaciones de ocio y distracción por género

n =46

En relación al tipo de AS por género, el afectivo en las mujeres fue mayor (64.1 %) en el nivel

bueno, que en los hombres (57.1 %). Contrario al de relaciones de ocio y distracción en el que

predominaron los varones sobre las mujeres como bueno (71.4 %y 66.6 % respectivamente).

Masculino Femenino

Relaciones de

ocio y

distracción

Afectivo Relaciones de

ocio y

distracción

Afectivo

fr % fr % fr % fr %

Bueno 5 71.4 4 57.1 26 66.6 25 64.1

Regular 2 28.5 3 42.9 10 25.6 14 35.9

Malo 0 0.0 0 0.0 3 7.8 0 0.0

17

Tabla 8

Nivel de apoyo social por dimensión

n = 46

El tipo de AS que más recibe el paciente con DM2, fue el de relaciones de ocio y distracción

en un nivel bueno (67.4%), seguido del emocional (65.2%) y afectivo con un 63.0 %.

Emocional Material

Relaciones de

ocio y

distracción

Afectivo

fr % Fr % Fr % fr %

Bueno 30 65.2 24 52.2 31 67.4 29 63.0

Regular 15 32.6 22 47.8 12 26.0 17 37.0

Malo 1 2.2 0 0.0 3 6.6 0 0.0

18

Tabla 9

Personas y nivel de apoyo social

n = 46

En relación al nivel de apoyo por persona se encontró que el 34.7 % lo representa la pareja

en un nivel bueno, seguido de la hija mayor y los hijos menores en porcentajes similares (30.4

%). Sin embargo, un 13.0 % califica a la pareja con un AS malo. “Cabe mencionar, que se tomó el

porcentaje en relación con el total de la muestra”.

Apoyo Social

Bueno Regular Malo

fr % fr % fr %

Pareja 16 34.7 8 17.3 6 13.0

Hija mayor 14 30.4 3 6.5 0 0.0

Hijo mayor 5 10.9 2 4.3 0 0.0

Hijas menores 7 15.2 1 2.1 0 0.0

Hijos menores 14 30.4 5 10.8 0 0.0

Hermanos (as) 1 2.1 0 0.0 0 0.0

Nietos(as) 5 10.8 0 0.0 0 0.0

Personal de salud 1 2.1 2 4.3 0 0.0

Otros 5 10.9 1 2.1 0 0.0

19

Tabla 10

Personas que proporcionan apoyo

n = 46

Concerniente a las personas que proporcionan AS, los encuestados nombraron a 93

individuos, de éstas 29 por ciento corresponde a la pareja, seguida de los hijos menores (20.4 %)

y la hija mayor (18.3 %).

Personas que proporcionan apoyo

fr %

Pareja 27 29.0

Hija mayor 17 18.3

Hijo mayor 7 7.5

Hijas menores 8 8.7

Hijos menores 19 20.4

Hermanos (as) 1 1.0

Nietos(as) 5 5.4

Personal de salud 3 3.2

Otros 6 6.5

20

Tabla 11

Personas y Nivel de apoyo emocional

n = 46

Respecto al nivel de apoyo emocional se ubica a la pareja con un 34.8% en un nivel bueno,

seguido de la hija mayor (30.5%) y los hijos menores con un 26.1%

Apoyo emocional

Bueno Regular Malo

fr % fr % fr %

Pareja 16 34.8 11 23.9 3 6.5

Hija mayor 14 30.5 3 6.5 0 0.0

Hijo mayor 5 10.9 2 4.3 0 0.0

Hijas menores 7 15.2 1 2.2 0 0.0

Hijos menores 12 26.1 7 15.2 0 0.0

Hermanos (as) 1 2.2 0 0.0 0 0.0

Nietos(as) 4 8.7 1 2.2 0 0.0

Personal de salud 1 2.2 2 4.3 0 0.0

Otros 5 10.9 1 2.2 0 0.0

21

Tabla 12

Personas y Nivel de apoyo material

n = 46

En lo que respecta al apoyo material, nuevamente la pareja proporciona un nivel de apoyo

bueno (41.3 %), seguida de la hija mayor con un 30.5 % y los hijos menores con un 21.7%.

Apoyo material

Bueno Regular Malo

fr % fr % fr %

Pareja 19 41.3 11 23.9 0 0.0

Hija mayor 14 30.5 3 6.5 0 0.0

Hijo mayor 4 8.7 3 6.6 0 0.0

Hijas menores 8 17.4 0 0.0 0 0.0

Hijos menores 10 21.7 9 19.6 0 0.0

Hermanos (as) 1 2.2 0 0.0 0 0.0

Nietos(as) 5 10.9 0 0.0 0 0.0

Personal de salud 1 2.2 2 4.3 0 0.0

Otros 5 10.9 1 2.2 0 0.0

22

Tabla 13

Personas y Nivel de apoyo relaciones de ocio y distracción

n = 46

En cuanto al nivel de apoyo de relaciones de ocio y distracción se encontró que la pareja es

la que aporta más este tipo, correspondiendo a un 47.8 % como bueno; seguido de los hijos

menores con un 37.0 % y la hija mayor con 32.6 %.

Apoyo relaciones de ocio y distracción

Bueno Regular Malo

fr % fr % fr %

Pareja 22 47.8 5 10.9 3 6.5

Hija mayor 15 32.6 2 4.3 0 0.0

Hijo mayor 6 13.0 1 2.2 0 0.0

Hijas menores 6 13.0 2 4.3 0 0.0

Hijos menores 17 37.0 1 2.2 0 0.0

Hermanos (as) 1 2.2 0 0.0 0 0.0

Nietos(as) 4 8.7 1 2.2 0 0.0

Personal de salud 2 4.3 1 2.2 0 0.0

Otros 4 8.7 1 2.2 0 0.0

23

Tabla 14

Personas y Nivel de apoyo afectivo

n = 46

En cuanto al apoyo afectivo es la pareja (41.3 %) quien predomina en el nivel bueno,

continuando los hijos menores con un 34.8 %, y posteriormente la hija mayor con un 28.3 %.

Apoyo afectivo

Bueno Regular Malo

fr % fr % fr %

Pareja 19 41.3 11 23.9 0 0.0

Hija mayor 13 28.3 4 8.7 0 0.0

Hijo mayor 6 13.0 1 2.2 0 0.0

Hijas menores 7 15.2 1 2.2 0 0.0

Hijos menores 16 34.8 3 6.5 0 0.0

Hermanos (as) 1 2.2 0 0.0 0 0.0

Nietos(as) 5 10.9 0 0.0 0 0.

Personal de salud 0 0.0 3 6.5 0 0.0

Otros 5 10.9 1 2.2 0 0.0

24

Conclusiones

Se encontró que el sexo predominante fue el femenino, por lo cual la mayoría se dedica a las

labores del hogar. El nivel de escolaridad de los encuestados es bajo, ya que gran parte se ubicó

entre los analfabetas y los que no terminaron la primaria.

Más de la mita de la muestra cuenta con su pareja, en relación al apoyo social se encontró

que más de tres cuartas partes lo califican como regular. El tipo de apoyo que se proporciona

más fue el de relaciones de ocio y distracción, seguidas del emocional y afectivo, con el mismo

número de porcentaje, y por último el material.

En general el nivel de AS por género, los varones obtuvieron dos quintas partes como nivel

bueno y las mujeres menos de una décima parte; sin embargo, ellas predominaron en el nivel

regular. En relación con los tipos de apoyo, se halló que el de relaciones de ocio y distracción

junto con el emocional son más altos en los hombres; en el género femenino fue mayor el apoyo

afectivo.

Entre las personas que proporcionan apoyo social, se enfatiza a la pareja como la fuente que

más lo brinda, junto con la hija mayor y los hijos menores; solo una mínima parte califica a la

pareja en un nivel malo. Estos tres tipos de fuente son considerados de mayor frecuencia en los

cuatro tipos de apoyo social.

Respecto al nivel emocional y material, son la pareja y la hija mayor quienes más brindan

este tipo de apoyo, con una mínima diferencia entre ambos y obteniendo un puntaje mayor a la

mitad. Sin embargo, en las relaciones de ocio y distracción junto con el apoyo afectivo sobresalen

la pareja y los hijos menores, con mucha similitud en el puntaje.

25

Discusión

Respecto a las fuentes de apoyo, este estudio se relaciona con Cuervo por referir al cónyuge

y la hija; con Bustamante, que señala a la pareja quien proporciona más apoyo familiar; pero

difiere al mencionar que hubo mayor frecuencia de ayuda por parte del hijo, porque el presente

estudio señala que es la hija mayor. También se encontró que son la pareja e hija mayor, los que

proporcionan el apoyo material, y no los hijos.

A su vez coincide con Herrera, Quintero y Hernández quienes resaltan el apoyo de la pareja

y del grupo familiar, este último en nuestra investigación es representado por los hijos.

Por otra parte, De la Revilla et al., encontraron que en relación al género, las mujeres

encuestadas mostraban un menor tamaño de su red social y una menor percepción del apoyo

afectivo; sin embargo, en esta investigación la red social y el apoyo afectivo fueron mayores.

26

Recomendaciones

Realizar una réplica de este estudio en una población suburbana con un estudio comparativo

entre hombres y mujeres, en una muestra equitativa en cuanto a género para ver quien recibe

mayor apoyo.

Elaborar una investigación correlacional donde se vea que influencia tiene el apoyo social y

el y auto cuidado en el estado de salud.

Valorar el nivel de apoyo social que brinda el personal de salud.

Es importante que en las unidades hospitalarias existan grupos de apoyo para los pacientes,

ya que estos forman redes sociales los cuales pueden mejorar la salud del cliente.

27

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49062006000100007&lng=pt&nrm

31

Apéndices

32

Apéndice A

INSTRUMENTO DE APOYO SOCIAL EN EL INDIVIDUO CON DIABETES

TIPO 2 (MOS MODIFICADO)

DATOS PERSONALES

Edad _______ Sexo ________ Ocupación ___________________

Estado civil _________________ Años de estudios cursados ______

Tiempo de padecer la enfermedad _____________________

1.- Enumere a cada persona significativa en su vida (personas con las que se

siente a gusto y puede hablar acerca de todo lo que le ocurre).

2.- Por cada persona que usted enumere favor de contestar las siguientes

preguntas escribiendo el número que correspondan:

1= nunca, 2=pocas veces, 3= algunas veces, 4= la mayoría de veces,

5=siempre.

Relación con la

persona que le brinda

apoyo.

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

2.- ¿Lo ayuda cuando

tenga que estar en la

cama?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

3.- ¿cuenta con esa

persona cuando

necesita hablar?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

33

4.- ¿Lo aconseja

cuando tiene

problemas?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

7.- ¿Le hace pasar un

buen rato esa

persona?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

10.- ¿Lo abraza esa

persona?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- ¿Lo lleva al

medico cuando lo

necesita?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

8.- ¿Le informa y lo

ayuda a entender una

situación?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

11.- ¿Lo relaja esa

persona?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

6.- ¿Le muestra amor

y afecto?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

9.- ¿Confía en esa

persona?

1.--------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

12.- ¿Le prepara

comida si no puede

hacerlo?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

34

13.- ¿Desea el

consejo de esa

persona?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

16.- ¿Le comparte

sus temores o

problemas más

íntimos?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

19.- ¿Esa persona

comprende sus

problemas?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

14.- ¿Lo apoya a

hacer cosas que le

ayuden a olvidar sus

problemas?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

17.- ¿le aconseja

como resolver sus

problemas

personales?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

20.- ¿Ama a esa

persona y lo hace

sentir querido?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

15.- ¿Le ayuda en

sus tareas

domésticas si esta

enfermo?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

18.- ¿Se divierte con

esa persona?

1.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

Adaptado por Cruz y Feltrín.

GRACIAS

POR

SU

PARTICIPACION

35

Apéndice B

Consentimiento informado:

La información que este documento contiene es totalmente confidencial y

anónima, por lo que no se requiere anotar su nombre. La presentación de los

resultados será resumida con las respuestas de los cuestionarios contestados

por las otras participantes y nunca en forma individual.

Declaro que he aceptado participar voluntariamente en este estudio

sobre apoyo social que reciben los pacientes con diabetes tipo 2, estoy

enterada del carácter anónimo de los objetivos que se persiguen y que en el

momento puedo decidir en contestar o no, cualquier pregunta o todo el

cuestionario.

Acepto contestar el cuestionario No acepto a contestar el cuestionario

________________________ ____________________________


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